Mawi Tortillería: una operación familiar que honra raíces latinoamericanas con su fábrica y restaurante
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NUEVA ORLEANS (VivaNOLA) - En un pequeño centro comercial en la esquina de West Esplanade y Kent Ave., se encuentra el restaurante Mawi Tortillas, que con la expansión de su local ha dado la bienvenida a más clientes en busca de saciar su hambre. El local que antes albergaba una oficina de seguros es ahora un espacio amplio con mesas y sillas donde el olor de pupusas, tacos de birria y otros apetecidos platos latinos despiertan los paladares.
El chef y propietario Wilfredo Avelar suele estar a cargo de la cocina, asegurándose de que las salsas mantengan su sabor auténtico, que el queso se derrita y que todo, desde los platos principales hasta las aguas frescas, se mantenga fresco.
“Ojalá (la comida) te despierte recuerdos, y si no, que los cree”. Ese es mi objetivo final con la comida”, dice el chef Avelar.
Su carrera culinaria empezó temprano en su vida. Cuando era adolescente, comenzó en un restaurante criollo en el área metropolitana e instantáneamente decidió que su pasión estaba en la cocina. A lo largo de los años, su carrera lo llevó hasta lo más alto en Nueva Orleans, desempeñándose como jefe de cocina en el restaurante Meril’s de Emeril Lagasse.
“La gente me dice, ‘es como si tuvieras grasa en la sangre ahora; has estado cocinando durante tanto tiempo que ahora es parte de ti’”, dijo.
Ha podido utilizar sus años de experiencia para asegurarse de que su propio restaurante sirva platos que honren su familia salvadoreña, las culturas de América Latina, e incluso, los sabores con los que creció en el sureste de Luisiana. Pero inclusive con tantos sabores diversos, casi todos los platos comparten un ingrediente clave: “Desde la masa, a la tortilla, a los chips... todo comienza con el maíz”, dijo.
Avelar dice que la mayoría de sus creaciones comienzan en un almacén en el límite de la ciudad de Kenner. Un equipo de dos trabajadores se encargan de moldear, prensar, hornear y empacar pilas de tortillas recién hechas.
Esa parte del negocio comenzó en 2017 antes de que Mawi Tortillas se transformara para incluir un restaurante. Todo comenzó cuando el patriarca de la familia, Carlos Wilfredo Avelar, compró la máquina de tortillas y las licencias a un empresario local que quería salir de la industria. En lugar de jubilarse, Carlos quería mantenerse ocupado haciendo algo que le diera alegría.
“Estaba corriendo la voz de que había una muy buena tortillería en Luisiana y así fue como empezamos a crecer”, dijo Avelar.
Con una mayor demanda, Wilfredo dice que estaba pensando más en el negocio de su padre que en el de Meril. Entonces, en 2019, dejó el restaurante del centro de la ciudad para unirse a su padre y sus hermanos Fernando y Raúl en el negocio familiar a tiempo completo.
Ahora, la producción entera realiza diariamente tortillas para hasta 30 restaurantes en la región, y todas son entregadas por Wilfredo o por Fernando.
“Todo lo que hacemos es para el crecimiento personal, para el negocio”, dijo Fernando. “Es muy diferente a lo que era antes. Chocamos cabezas todo el tiempo, pero nos respetamos, más de lo que respetarías a un simple socio comercial”.
Hasta ese momento, Mawi Tortillas giraba principalmente en torno a cumplir con los pedidos de tortillas y vender una pequeña cantidad al público en general. Pero como la mayoría de los negocios en 2020, COVID-19 cambió las cosas dramáticamente.
“Al principio me asustó mucho porque los restaurantes cerraron y en ese momento los restaurantes eran una gran parte de nuestro negocio”, dijo Wilfredo.
La pandemia envió a Wilfredo de regreso a la cocina, transformando su pequeña fábrica dentro de un local de oficina en ese entonces, en una tienda improvisada solo para pedidos para llevar. La atención se centró en dos platos que eran fáciles de hacer con los ingredientes a la mano: tacos de birria y pupusas, un plato emblemático salvadoreño.
Wilfredo dice que se aseguró de llamar a los miembros de la familia para que fuera lo más tradicional posible con su comida.
“Yo no crecí haciendo pupusas. Solo crecí comiéndolas. Fue mucho ensayo y error. Más error que ensayo, diría yo”.
Él acredita las masas en forma de panqueque a base de maíz como el catalizador de lo que Mawi Tortillas es hoy. Con más pedidos para llevar, Avelar sintió que necesitaba hacer un menú más permanente y ofrecer más platos de toda América Latina, como tacos y tamales hondureños.
Wilfredo también quiso rendir homenaje a los restaurantes y la comunidad en la que creció y ahora ofrece platos como pupusas rellenas de carne de cangrejo o langosta.
“Le pones carne de cangrejo a cualquier cosa y la gente dirá: ‘Lo probaré’”, dijo.
Si bien se siente satisfecho con la evolución de Mawi Tortillas a lo largo de los años, dice que la mejor parte es poder hacerlo todo junto a sus seres queridos.
“Es como plantar un montón de semillas y ver el jardín comenzar a brotar, y verlo florecer. Y ahora estamos viendo cuánto esfuerzo, tiempo y trabajo le hemos puesto; y el jardín se ve bien ahora”, dijo.
Y su padre siente que está viviendo el sueño americano.
“Estar en este país es una bendición. La mayoría de la gente no se da cuenta. Tenemos muchas cosas en este país que la mayoría de los países no tienen. Sobre todo la libertad y la habilidad que cualquiera puede hacer y convertirse en algo”, dijo Carlos.
Reservados todos los derechos de autor. 2023 WVUE.
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